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SCV CASTELMAURE

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  • Fundada en 1921
Desde su creación, nuestra cooperativa ha sido innovadora y atrevida, guiada por su amor por la perfección y la calidad.
Ella se mueve con los tiempos pero siempre
fuera de los caminos…

¡Y de eso estamos muy orgullosos!

En la década de 1970, la bodega Castelmaure dio un giro fuerte y asumido: moviéndose hacia el lujo y la excelencia. La política de la bodega sigue siendo la misma 50 años después, crear expresiones soberbias del terruño con mucha bebida y para todos los bolsillos. Es el resultado de un minucioso trabajo desde la viña hasta el embotellado. Gracias a una exigente selección de parcelas, que nos permite vinificar las uvas correctas en la cuvée correcta, y a métodos de vinificación cada vez más innovadores,
Castelmaure ha creado así cinco gamas

muy distinto ese reto recibio ideas...

Desde 1921, la bodega se encuentra orgullosa en el corazón del pueblo.

Es aquí donde vinificamos, al pie de las viñas, en nobles vasijas centenarias de hormigón, cuya inercia térmica mejora nuestras maceraciones.

A finales de los años 70, Marc Dubernet, un enólogo de renombre, con el que trabajamos, animó a la bodega a montar la maceración carbónica de las cariñenas (en racimos enteros). Los resultados no se hacen esperar, vinos muy afrutados, redondos, flexibles y sin asperezas.

Este método se ha mantenido igual hoy en día hasta el punto de ser nuestra firma, asumida. Vendimiamos el 100% del viñedo a mano y transportamos la uva en contenedores, para un respeto óptimo de la fruta. Mantenemos así nuestras viejísimas parcelas, difíciles de trabajar, en laderas, que la máquina habría hecho desaparecer en detrimento de nuevas plantaciones.

Valores que son nuestros desde hace 100 años… al menos

Echamos raíces en esta riqueza hace unos años, con la creación de un conservatorio de variedades de uva. Compuesto por 130 clones diferentes, incluidos 30 de cariñena, refleja la diversidad de nuestro viñedo, su memoria y una herramienta inigualable para las generaciones futuras.

Para ganar en calidad, comodidad y desarrollar el envejecimiento en toneles y barricas, la bodega se amplió en 2007. Luego recurrimos a Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, los arquitectos muy famosos que renovaron (entre otros) el Palais de Tokyo. en París. Un edificio minimalista, ecológico e integrado en el paisaje.

En el interior nos acompaña la tecnicidad, preciso sistema de termorregulación en todas las cubas, prensas willmess de nueva generación... todo para engrandecer nuestro terruño.

El edificio antiguo está cubierto con paneles solares desde 2014 y la nueva bodega tiene un sistema de enfriamiento de agua natural. Desde entonces, la bodega ha seguido avanzando en esta dirección, humilde, moderna y eco-responsable.

El territorio de Embres y Castelmaure es muy extenso y muy variado en sus suelos y paisajes. Es un paraíso para los geólogos.

Al sur, un círculo de acantilados de piedra caliza blanca marca la frontera natural con el Reino de Aragón y la España de antaño, ahora Rosellón.
El norte está delimitado por cerros de esquistos oscuros, cubiertos de un matorral de coscojas y encinas, impenetrable, excepto por los jabalíes y la jineta, que cohabitan con el alzine (Quercus ilex o encina) y los arjalats.
Al este, domina la pequeña capilla visigoda de Castelmaure; a la salida de los desfiladeros del invernadero de Perillos, por donde discurre un arroyo bordeado de cipreses, arces y madroños, habitado por libélulas y ciervos volantes.
Al atardecer, detrás de la muralla del Sauveille que protege el pueblo del viento invernal, el pequeño camino sinuoso del Col de Laval nos lleva lentamente hacia un inmenso bosque de pinos, protector de los rousillous (deliciosos gorros de leche). Las brumas dan a veces a este paisaje un aire de estampas japonesas, donde el alma puede perderse.

En el medio, una gran llanura se extiende hacia el invernadero y el Sauveille, marcada por la línea punteada de vides interminables, donde brillan los techos ocres y las paredes blancas del pueblo de Embres y Castelmaure.



Es en el corazón de este paisaje donde se arraigan los viñedos de Castelmaure. Un vasto viñedo de 450 ha desarrollado en los diferentes terroirs. En nuestras cuvées, fusionamos las expresiones del sureste y sus suelos arcillo-calcáreos con los del noroeste de las colinas de esquisto, una aleación de potencia y finura.
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