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Dirk Vermeersch, de "Gran Turismo" a "Grand Terroir"
Sin ningún diploma, sin ninguna perspectiva de un trabajo decente pero increíblemente entusiasta, Dirk Vermeersch sueña sobre todo con una carrera en el automovilismo. En 1975, siendo un joven taxista, participó en carreras locales con un VW Polo prestado y apenas dos años después ganó las 24 Horas de Zolder, siendo, ese mismo año, piloto reserva del auto ganador de las 24 Horas. de Spa-Francorchamps.
A partir de este momento, se convierte en corredor de autos profesional.
Después de numerosas victorias y títulos, Dirk sufrió un grave accidente durante un rally en 1986 y se vio arruinado económicamente. Se aprieta un poco el cinturón y se lanza a la operación de una estación de servicio, donde simultáneamente comercia con autos usados. Su sueño de convertirse en concesionario de una marca líder en automóviles se hace realidad tres años después.
Dirk se convierte en distribuidor oficial de Lancia y Maserati en Schilde, cerca de Amberes.
En 1999 logró vender la concesión a buen precio. Aunque le espera la jubilación, Dirk es incapaz de pasar su tiempo sin hacer nada. Primero, desenterró una ruina en Drôme Provençale, luego creó una empresa de construcción para transformar el edificio en ruinas en una de las propiedades más bellas y más grandes de la región. Un tercer sueño se hace realidad: Dirk y su familia gestionan juntos bed and breakfast en Provenza.
Cerca de las ruinas, le llamó la atención una pequeña parcela de la antigua Cariñena y fue como un autodidacta que comenzó a podar y arar la parcela recién adquirida.
Antes de que la familia se dé cuenta, Dirk se convierte en enólogo.
Otro sueño hecho realidad. Su primer LePlan-Vermeersch GT-S 2003 obtuvo 2 estrellas en la Guía Hachette des Vins y el famoso Wine Lawyer Robert Parker le otorgó 94/100 puntos por su primerísimo LePlan-Vermeersch GT-1 Châteauneuf-du-Pape 2006.
Mientras tanto, su hija Ann va a la escuela de enología local en la región de Châteauneuf-du-Pape para aprender su oficio. Fue allí donde conoció a su futuro esposo. Sébastien Barbara es un exjugador de rugby, entusiasta de las motocicletas y músico de rock.
En 2005, ambos se unieron a Domaine LePlan-Vermeersch.
Debido a la expansión de la actividad de la finca, la pequeña bodega habilitada en medio de las casas rurales se está quedando pequeña, es hora de dar un paso adelante.
En 2009, la familia Vermeersch decidió vender los edificios para construir una bodega nueva, más moderna y funcional en Suze la Rousse, en el distrito de Grand Bois.
La nueva bodega es un edificio moderno y práctico, de estilo industrial, fácil de modular y mantener. Así, es en otoño de 2010 cuando da la bienvenida a su primera añada.
Por el bien de la ecología, la familia también decidió cubrir todo el techo con paneles fotovoltaicos.
A partir de 2011, la nueva bodega está en pleno funcionamiento y la familia decide ampliar su gama para poder atender la creciente demanda mediante la celebración de acuerdos con bodegueros vecinos para la compra de uva e incluso de vinos terminados.
Sin ningún diploma, sin ninguna perspectiva de un trabajo decente pero increíblemente entusiasta, Dirk Vermeersch sueña sobre todo con una carrera en el automovilismo. En 1975, siendo un joven taxista, participó en carreras locales con un VW Polo prestado y apenas dos años después ganó las 24 Horas de Zolder, siendo, ese mismo año, piloto reserva del auto ganador de las 24 Horas. de Spa-Francorchamps.
A partir de este momento, se convierte en corredor de autos profesional.
Después de numerosas victorias y títulos, Dirk sufrió un grave accidente durante un rally en 1986 y se vio arruinado económicamente. Se aprieta un poco el cinturón y se lanza a la operación de una estación de servicio, donde simultáneamente comercia con autos usados. Su sueño de convertirse en concesionario de una marca líder en automóviles se hace realidad tres años después.
Dirk se convierte en distribuidor oficial de Lancia y Maserati en Schilde, cerca de Amberes.
En 1999 logró vender la concesión a buen precio. Aunque le espera la jubilación, Dirk es incapaz de pasar su tiempo sin hacer nada. Primero, desenterró una ruina en Drôme Provençale, luego creó una empresa de construcción para transformar el edificio en ruinas en una de las propiedades más bellas y más grandes de la región. Un tercer sueño se hace realidad: Dirk y su familia gestionan juntos bed and breakfast en Provenza.
Cerca de las ruinas, le llamó la atención una pequeña parcela de la antigua Cariñena y fue como un autodidacta que comenzó a podar y arar la parcela recién adquirida.
Antes de que la familia se dé cuenta, Dirk se convierte en enólogo.
Otro sueño hecho realidad. Su primer LePlan-Vermeersch GT-S 2003 obtuvo 2 estrellas en la Guía Hachette des Vins y el famoso Wine Lawyer Robert Parker le otorgó 94/100 puntos por su primerísimo LePlan-Vermeersch GT-1 Châteauneuf-du-Pape 2006.
Mientras tanto, su hija Ann va a la escuela de enología local en la región de Châteauneuf-du-Pape para aprender su oficio. Fue allí donde conoció a su futuro esposo. Sébastien Barbara es un exjugador de rugby, entusiasta de las motocicletas y músico de rock.
En 2005, ambos se unieron a Domaine LePlan-Vermeersch.
Debido a la expansión de la actividad de la finca, la pequeña bodega habilitada en medio de las casas rurales se está quedando pequeña, es hora de dar un paso adelante.
En 2009, la familia Vermeersch decidió vender los edificios para construir una bodega nueva, más moderna y funcional en Suze la Rousse, en el distrito de Grand Bois.
La nueva bodega es un edificio moderno y práctico, de estilo industrial, fácil de modular y mantener. Así, es en otoño de 2010 cuando da la bienvenida a su primera añada.
Por el bien de la ecología, la familia también decidió cubrir todo el techo con paneles fotovoltaicos.
A partir de 2011, la nueva bodega está en pleno funcionamiento y la familia decide ampliar su gama para poder atender la creciente demanda mediante la celebración de acuerdos con bodegueros vecinos para la compra de uva e incluso de vinos terminados.
