Fue en 1912 cuando Lucien Tramier, nuestro bisabuelo, se enamoró de este terruño típico del valle del Ródano. Plantará sus primeras parcelas alrededor del pueblo provenzal de Jonquières. Lucien transmitirá a su hijo su pasión por el vino y el gusto por el trabajo bien hecho. Hoy es la 4ª generación de la familia dirigida por Max Thomas quien perpetúa este mismo saber hacer a diario. Con el fin de mantener este patrimonio y dejar a nuestras futuras generaciones en un entorno preservado, la herencia de una familia de viticultores razonables. Preocupados por preservar la calidad de nuestros suelos y la diversidad de nuestros terruños, hemos adoptado prácticas responsables y sostenibles, y estamos en conversión orgánica desde 2021. Dejamos que la naturaleza se exprese a través de nuestras uvas y nuestros vinos, típicos y auténticos, como nuestro familia vitivinícola.
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