Casa Lucciola

Casa Lucciola es el nombre del cerro donde se encuentra nuestra finca.  Estamos en Las Marcas, en el valle de Matelica, a 430 metros sobre el nivel del mar, aquí una pequeña granja, por encima de la línea de niebla, rodeada de viñedos, produce y embotella un Verdicchio artesanal, fermentado de forma natural con poco azufre y mucho respeto por la naturaleza.  
La familia Cruciani cuida de forma orgánica este pedacito de tierra bajo el cielo desde hace 25 años. 
 
Cómo nació Casa Lucciola

Casa Lucciola es un pedazo de la historia familiar de Luca, comprada en 1992 por Lorenzo, el padre de Luca, a las monjas del Monasterio de la Beata Mattia Nazzarei, protectora de Matelica, la pequeña granja fue restaurada e inmediatamente convertida al método orgánico. 
 
Luca, el propietario, en 2013, cansado de mover el ratón y mirar una pantalla, decidió cambiar de profesión y vivir de la agricultura, para redescubrir el contacto con la Naturaleza, las Estaciones y el Tiempo.  Junto con su esposa Bárbara y sus tres hijos plantaron primero dos hectáreas de viñedos y luego otras dos.  
Con la ayuda de la familia de Bárbara logran construir una pequeña bodega y en 2019 se embotelló su primer vino.  
Con sede en el corazón de la Italia rural, hoy producen unas pocas botellas divididas en cuatro líneas de Verdicchio y venden pequeñas cantidades a pequeños distribuidores en Europa, Estados Unidos y Japón. 
 
Uvas ecológicas y calidad artesanal.

Casa Lucciola ofrece vinos elegantes, fermentados de forma natural, pero limpios y sin desviaciones.  El surtido está determinado por la estación y el clima del año.  
Cultivamos el viñedo de forma ecológica y biodinámica, intentando acompañar a la naturaleza para darnos un vino de sabor intenso y vivo, el sabor del pasado.  
En su territorio más propicio cultivamos Verdicchio, una variedad de uva blanca, que da un vino con mucha estructura, sabroso y caracterizado por buenos aromas debido al microclima de tipo continental.  
Gracias al tamaño de nuestra familia podemos tener un control obsesivo en el cultivo de uvas de alta calidad y una vinificación ligera y no invasiva que realza los sabores naturales de Verdicchio.

 
El compromiso y los valores de Casa Lucciola

La vocación de Casa Lucciola es revivir los sabores del pasado, dar un vino que sea el mejor compañero de la comida en la mesa puesta, intentando contaminar lo menos posible en su elaboración.  
Buscamos un compromiso con el medio ambiente, somos conscientes que la nave espacial llamada Planeta Tierra necesita que cada uno de nosotros pongamos de nuestra parte para respetarlo, utilizamos botellas ligeras que generan menos CO2 en su producción y transporte, cuando es posible buscamos más manual y menos impactante para el medio ambiente, intentamos utilizar materiales reciclables en cada fase de producción, vivimos en esta colina e intentamos dejar tierra fértil, agua potable y aire respirable a las generaciones futuras. 
 
Buscamos socios que compartan nuestros valores, creemos que somos una bodega ideal para pequeños distribuidores, restaurantes, vinotecas que buscan productos de nicho, independientes de la lógica de la gran distribución, que satisfagan a sus clientes y sean sostenibles.  
Casa Lucciola cuenta con la certificación orgánica según la legislación de la UE desde hace más de 25 años.