La historia de Tralci Hirpini es una historia de amistad que tiene sus raíces en los recuerdos de infancia de una vida rural que ya no existe. Una historia que se entrelaza con la de un territorio fértil y difícil, Irpinia, tierra del lobo, con onduladas colinas e inmensos espacios verdes.
Donde muchos años antes, cuando eran niños, Gianluca, Francesco y Sabato se habían conocido y reconocido como cómplices similares, ahora se encuentran creando y llevando a cabo un pequeño, gran sueño. Ser amigos de niños es una suerte, ser pareja de adultos, un poco de magia.
La de Tralci Hirpini es la historia de la capacidad de saber confiar en el otro, habla del deseo de mirar más allá, de lanzar el corazón sobre el obstáculo, recordando de dónde partimos.
Hoy, entre los viñedos de estas tierras afortunadas, con una fuerte vocación vitivinícola, donde la vid Aglianico ha encontrado su hábitat natural y ofrece sus mejores expresiones, pasado y futuro se encuentran. En cada nueva tecnología y en cada proyecto existe el deseo de crear algo único, como los productos de esta tierra, donde todo comenzó.
Tralci Hirpini cree en el respeto por la naturaleza y el terroir único y precioso que nos rodea, en la búsqueda de la excelencia, la atención al detalle y la experimentación continua.
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