Mi nombre es Simone, soy un chico de Génova que tomó la decisión de seguir su sueño. Y así dejé mi trabajo, compuesto de horarios, oficinas, una gran ciudad y mi apartamento, y me mudé a una realidad muy pequeña en el sur del Piamonte. En pocos años aprendí mucho, las técnicas, las diferencias entre las vides, cómo reconocer las vides fuertes y las que necesitan tratamiento. También aprendí a trabajar en bodega, a decantar, embotellar y etiquetar. Los días habían cambiado, seguía el tiempo que dictaba la naturaleza, y ya no el del reloj. Y así seguí superándome año tras año, cada vez más, aprendiendo de quienes siempre han hecho este trabajo, entendiendo lo que las vides nos comunican a través de sus hojas, de sus colores. Empecé a comprender esos pequeños trucos que permiten que la uva crezca sana y, en consecuencia, produzca vinos DOC sanos y genuinos, dignos de acabar en las mesas. En los años siguientes me arriesgué: crear mi propia bodega, producir mis propios vinos.
Hoy, gracias a esta elección, he logrado llevar estas producciones a las mesas nacionales e internacionales, señal de que el fruto de mi trabajo también se aprecia fuera de las fronteras italianas.
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