La Sal de Salies-de-Béarn es una sal de manantial 100% natural, procedente de las profundidades de los Pirineos. Explotado desde la Edad del Bronce, siempre ha formado parte de la gastronomía del Suroeste.
Extraída de Oraas, el agua de manantial, tan salada como el agua del Mar Muerto, da lugar después del calentamiento a una sal muy blanca cosechada de abril a octubre.
Con su historia y saber hacer ancestral, la Sal de Salies-de-Béarn se beneficia desde 2016 de una Indicación Geográfica Protegida (IGP).