Los garbanzos de Oltresole se seleccionan en base a estándares de calidad muy altos para ofrecer un producto genuino y controlado. Estas legumbres son una excelente fuente de proteínas rica en numerosos nutrientes: vitaminas A B C E K calcio hierro fósforo magnesio sodio potasio y zinc. Los garbanzos no contienen gluten y pueden integrarse en la dieta de los celíacos pero dado su alto contenido en proteínas también son aptos para quienes siguen una dieta hipocalórica vegana o vegetariana. Antes de cocinar los garbanzos ecológicos Oltresole es necesario lavarlos con agua corriente para eliminar todas las impurezas y después dejarlos en remojo durante 12 horas para que queden tiernos y listos para hervir. Para una cocción perfecta de los garbanzos se necesitan unos 45 minutos pero el tiempo de preparación se puede reducir si se opta por tostarlos o al vapor. Los garbanzos son legumbres muy utilizadas en la cocina italiana, especialmente en sopas o sopas campesinas. Para aquellos que quieran probar algo nuevo y con sabor a Medio Oriente, pueden preparar el famoso hummus o felafel con garbanzos orgánicos. Para mantener intacto el sabor de los garbanzos, es recomendable conservarlos en un lugar fresco y seco. MARIDAJE: Perfecto para pasta fresca casera con un toque de chile, pero para cada región hay su propia variación. Se pueden añadir a una sopa con cuerpo de legumbres mixtas, cereales y verduras o como guarnición de pescados, moluscos y crustáceos, especialmente mejillones y gambas. BIENESTAR Y SALUD: Los garbanzos se encuentran entre las legumbres más nutritivas y energéticas y contienen muchas sustancias esenciales para el bienestar del organismo como proteínas vegetales, fibras, vitaminas C E B1 B2 B3 y minerales, en concreto magnesio y fósforo. Además, la presencia de saponinas confiere a este tipo de legumbres propiedades terapéuticas gracias al control de los niveles de colesterol y triglicéridos sin excluir finalmente sus propiedades antiácidas y por tanto no están contraindicadas en casos de úlceras. CURIOSIDAD: esta legumbre tiene algo en común con el apellido de uno de los ciudadanos romanos más ilustres del siglo I a.C. Marco Tulio Cicerón: Cicerón recibió este nombre por una protuberancia en la nariz de uno de sus antepasados que en latín se asemejaba a un garbanzo forma cicer. De hecho, el nombre científico de la planta es Cicer arietinum, pero se conocía mucho antes de caracterizar el apodo de Cicerón y parece que ya se cultivaba en abundancia durante la Edad del Bronce. Gracias al alto contenido en proteínas y propiedades energéticas, los garbanzos siempre han sido utilizados en la alimentación por las poblaciones que los conocían y actualmente son las legumbres más populares después de la soja y las habas. Los países que producen la mayor cantidad son: India, Australia y Pakistán.