Situado en el corazón del Parque Regional de Luberon, el olivar Jardins d'Olya ofrece una microproducción de aceite de oliva virgen extra monovarietal con carácter: un aceite equilibrado, con aromas de fruta madura realzados por un ligero ardor y un amargor en su juventud.
Los olivos están situados en Vaucluse, una de las principales zonas de producción de aceite de oliva, en el encantador pueblo de Murs, situado en lo alto de una colina, a 10 km de Gordes. El municipio ofrece un terruño y una altitud (500 m) propicios para el buen desarrollo de los olivos de Aglandau, especie endémica y, por tanto, resistente a las condiciones climáticas de la región.
Nuestra operación comenzó hace unos 3 años, con el objetivo de recultivar las tierras de nuestro pueblo, muchas veces abandonadas por la agricultura convencional por no estar regadas y aisladas o abandonadas por el cultivo de huertas porque han dejado de ser rentables. El proyecto agrícola toma entonces forma y su vocación será triple: revitalizar la economía local, embellecer el paisaje del pueblo y, finalmente, tener un impacto ambiental significativo.
Naturalmente, recurrimos al olivo, por pasión por los productos locales y por este árbol sagrado, así como por su capacidad para actuar contra el calentamiento global. De hecho, el olivo es un sumidero de carbono y hoy en día se considera uno de los cultivos más eficaces para secuestrar carbono en el suelo.
Por ello, teniendo en cuenta toda esta información y estas anhelos, hemos desarrollado un modelo de plantación único e innovador que combina respeto por la tierra, compromiso medioambiental y producto de calidad. Nuestra visión: producción limitada pero respetuosa con el medio ambiente.
El impacto positivo en el medio ambiente se refleja en el hecho de que todas nuestras emisiones de carbono se compensan en gran medida con el secuestro de carbono de nuestros olivos. De hecho, cada año plantamos entre 1 y 2 hectáreas de olivos jóvenes que nos permiten secuestrar una cantidad importante de carbono que irá aumentando con los años.
Más allá de nuestro compromiso medioambiental, nuestra principal misión es producir un aceite de oliva Virgen Extra de categoría superior, sin tratamientos, obtenido directamente de la aceituna y únicamente mediante procesos mecánicos.
El frasco y la etiqueta también son elementos muy importantes a nuestros ojos y han sido diseñados para reflejar lo más fielmente posible el espíritu del Luberon, una región de gusto, elegante pero lejos de ostentosa. El verde de la botella recuerda la naturaleza que nos rodea preservando el aceite del calor y la luz, la etiqueta es resistente a la grasa gracias a su innovador material Greaseproof y se integra un tapón con pico vertedor para no perder ni una gota de este. oro Verde.
Procedente de una microproducción (menos de 5000 botellas), cada botella está numerada, garantía de nuestro deseo de hacerla única y trazable.
Una vez terminada, la botella elegida se puede reutilizar como objeto decorativo o funcional según los deseos de cada uno... ¡un gesto más para el medio ambiente!
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