CIDRE SORRE
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- Fundada en 1952
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Desde 1952, es en el corazón de nuestras huertas, a tiro de piedra de la ciudad corsaria de Saint-Malo, donde nuestra sidrería artesanal y familiar ha encontrado su inspiración para elaborar cuvées de gran calidad.
Fue en plena veintena, recién salidos de la posguerra, cuando Francis y Célestine SORRE iniciaron en 1947, en La Fresnais, una doble actividad, agricultura y producción de sidra. Se instalaron definitivamente en 1952 en PLERGUER para desarrollar estas actividades. En ese momento, las entregas se hacían a caballo. La actividad se desarrollará hasta 1992.
En 1992, después de pasar varios años en la Cidrerie junto a sus padres, su hija menor, Marinette, decidió con su marido Marcel CHAPRON hacerse cargo. Deciden dejar de cultivar para centrarse únicamente en la producción de sidra. Esto les permite perfeccionar su saber hacer y enarbolar a la Cidrerie Sorre entre las más reconocidas de la profesión.
En 2011 se dio otro punto de inflexión. Los dos hijos menores de Marcel y Marinette deciden tomar las riendas de la sidrería familiar. Ambos bañados en este ambiente desde su más tierna infancia, luego empleados durante varios años en él, no tienen dificultad en desarrollar la herencia de sus alleux. Aurélie se ocupa de toda la parte administrativa y se esfuerza por desarrollar las ventas a particulares, gracias a la nueva tienda anexa a la sidrería. Después de haberse formado en el Cuerpo de Bomberos de París, Mickaël se encarga de todo el procesamiento con energía, desde el prensado de las manzanas hasta el embotellado, pasando por el trabajo del jugo en la bodega.
Fue en plena veintena, recién salidos de la posguerra, cuando Francis y Célestine SORRE iniciaron en 1947, en La Fresnais, una doble actividad, agricultura y producción de sidra. Se instalaron definitivamente en 1952 en PLERGUER para desarrollar estas actividades. En ese momento, las entregas se hacían a caballo. La actividad se desarrollará hasta 1992.
En 1992, después de pasar varios años en la Cidrerie junto a sus padres, su hija menor, Marinette, decidió con su marido Marcel CHAPRON hacerse cargo. Deciden dejar de cultivar para centrarse únicamente en la producción de sidra. Esto les permite perfeccionar su saber hacer y enarbolar a la Cidrerie Sorre entre las más reconocidas de la profesión.
En 2011 se dio otro punto de inflexión. Los dos hijos menores de Marcel y Marinette deciden tomar las riendas de la sidrería familiar. Ambos bañados en este ambiente desde su más tierna infancia, luego empleados durante varios años en él, no tienen dificultad en desarrollar la herencia de sus alleux. Aurélie se ocupa de toda la parte administrativa y se esfuerza por desarrollar las ventas a particulares, gracias a la nueva tienda anexa a la sidrería. Después de haberse formado en el Cuerpo de Bomberos de París, Mickaël se encarga de todo el procesamiento con energía, desde el prensado de las manzanas hasta el embotellado, pasando por el trabajo del jugo en la bodega.
