En el origen de la creación de la fábrica de galletas, André Munier, un ferviente amante del coco, con su diploma de pastelero en la mano, decidió fabricar y comercializar roca congoleña a base de coco y luego creó la receta del famoso macarrón de coco.
El exotismo, la calidez del trópico, las islas, tantas postales que nos trasladan a países lejanos, la degustación de una roca o de un macarrón de coco evoca viajes.