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A 15 minutos de Quimper, la Maison Percelay es una empresa familiar bretona que elabora crepes a mano desde hace 50 años. La empresa decidió expandirse para lanzarse a la fabricación de galletas artesanales: galoches bigoudènes, magdalenas, galletas de mantequilla de trigo sarraceno, paletas bretonas simples o con pepitas de chocolate… vendidas en cajas o bolsas, o Kouign Amann, pastel bretón… al por menor en la tienda.
Aquí también se encuentra “la mejor crepe del mundo”, crepe de trigo o crepe de trigo sarraceno, que se vende por seis o doce. La casa trabaja con productores locales para obtener leche cruda, harina o huevos. La Maison Percelay también vende sidra, chocolate, zumo de manzana o chouchen de producción local. A los clientes fieles, regionales, nacionales, pero también ingleses, alemanes y canadienses les gusta venir a la fábrica de galletas para ver a Maryse y Marie-Armelle producir crepes de calidad sobre billigs de hierro fundido.
Toda su finura y suavidad se puede disfrutar en la tienda o en la terraza con té, café, sidra o zumo de manzana. Una visita de turismo gastronómico para regalarse en familia.
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