La lavanda es una planta aromática de la familia Lamiaceae. Es originaria de la región mediterránea, pero ahora se puede encontrar cultivada en muchas partes del mundo por sus propiedades culinarias, medicinales y ornamentales. La lavanda se usa a menudo por sus fragantes flores, que se pueden secar y usar en bolsitas para perfumar gabinetes y cajones, o para hacer aceites esenciales, perfumes, jabones y otros productos para el cuidado personal. La lavanda también se utiliza en la cocina para dar sabor a platos, especialmente postres y bebidas calientes. La lavanda se usa a menudo para hornear para dar sabor a postres como pasteles, galletas, muffins y macarrones. Se puede utilizar solo o en combinación con otros ingredientes, como la miel o el limón. Se puede utilizar para dar sabor a los adobos de carne o pescado. Se puede mezclar con otras hierbas, como romero o tomillo, para crear un sabor complejo y equilibrado. La lavanda también se puede utilizar para dar sabor a las salsas, especialmente a las salsas dulces para postres. Se puede utilizar para aromatizar cremas, coulis o salsas de chocolate. Es importante tener en cuenta que la lavanda debe usarse con moderación en la cocina, ya que su sabor puede volverse demasiado fuerte y amargo rápidamente si se usa en exceso. Se recomienda comenzar con una pequeña cantidad de flores de lavanda y ajustar al gusto.