Bernard Elixir dal 1902!
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- Fundada en 1905
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En los Alpes piamonteses, en Pomaretto en Val Germanasca, la familia Bernard produce licores a base de hierbas y flores de montaña.
La historia de la familia: “Giacomo Bernard & Figli” está escrita en cada etiqueta.
Fue el bisabuelo Giacomo quien lo inició todo en 1902, elaborando refrescos y licores de hierbas alpinas, junto con sus hijos Arturo y Fernando. Luego fue el turno de Giacomo, ahora Enrico, que sube a las montañas para recoger hierbas con su hijo. Su nombre es James.
El proceso de fabricación viene de la historia familiar, la que aprendes de niño.
Los ingredientes principales, los de la naturaleza: agua de manantial, alcohol de cereales, flores y hierbas alpinas. Nada más.
Cada cosa a su tiempo: Recolectamos las hierbas y flores de mayo a septiembre, en pleno apogeo de su “tiempo balsámico”, el breve e irrepetible momento de cada estación en el que las plantas contienen la mayor cantidad de sustancias activas. Los dejamos secar lenta y naturalmente en el aire de los Alpes, que proviene del arroyo Germanasca que fluye bajo nuestras ventanas.
Luego los ponemos en una infusión fría en alcohol de trigo europeo, azúcar de caña y en el agua de un manantial que brota justo encima de la sede histórica en Pomaretto.
Con calma, naturalmente. Sin añadir aromas, ni sintéticos ni naturales. Desde 1902.
La historia de la familia: “Giacomo Bernard & Figli” está escrita en cada etiqueta.
Fue el bisabuelo Giacomo quien lo inició todo en 1902, elaborando refrescos y licores de hierbas alpinas, junto con sus hijos Arturo y Fernando. Luego fue el turno de Giacomo, ahora Enrico, que sube a las montañas para recoger hierbas con su hijo. Su nombre es James.
El proceso de fabricación viene de la historia familiar, la que aprendes de niño.
Los ingredientes principales, los de la naturaleza: agua de manantial, alcohol de cereales, flores y hierbas alpinas. Nada más.
Cada cosa a su tiempo: Recolectamos las hierbas y flores de mayo a septiembre, en pleno apogeo de su “tiempo balsámico”, el breve e irrepetible momento de cada estación en el que las plantas contienen la mayor cantidad de sustancias activas. Los dejamos secar lenta y naturalmente en el aire de los Alpes, que proviene del arroyo Germanasca que fluye bajo nuestras ventanas.
Luego los ponemos en una infusión fría en alcohol de trigo europeo, azúcar de caña y en el agua de un manantial que brota justo encima de la sede histórica en Pomaretto.
Con calma, naturalmente. Sin añadir aromas, ni sintéticos ni naturales. Desde 1902.
