VERDE DIVINO

Nuestros orígenes se remontan a 1994, cuando nuestro abuelo y referente, Juan Moral Alcántara, adquirió una antigua almazara en Garcíez, una pedanía de nuestro pueblo Torredelcampo. Siempre lo recordaremos como un gran emprendedor y amante de la música. Sus comienzos fueron como carpintero, su gran iniciativa empresarial le hizo crear un almacén de madera para abastecer a todos los compañeros del gremio y al mismo. Hoy conocida como Maderas Moral. Nuestro abuelo siempre había tenido una gran pasión por el campo, soñando desde pequeño con tener sus propios olivares. Así, tras la trayectoria positiva que alcanzó con sus negocios, pudo adquirir diversas fincas agrarias. Destacando la finca Casa Marcos, siendo la más importante para nuestra familia. Era donde disfrutaban de los veranos nuestros abuelos, nuestro padre y sus hermanas. Pasión que nos han sabido transmitir generación tras generación. Tras obtener varios olivares, comenzó su andadura en este mundo, al adquirir una almazara para aventurarse a producir su propio aceite y controlar cada fase del proceso, tanto la recolección como la producción Dedicando así su vejez a conseguir un aceite de oliva de máxima calidad. Hoy en día, en manos de nuestro padre y en las nuestras, Aceites Moral es una empresa marcada por la unidad familiar y que pretende continuar con el espíritu emprendedor y la pasión de nuestro padre y abuelo.

En verde divino poseemos olivares en pleno corazón de Jaén, la mayor provincia productora del aceite de oliva, no solo de la península, sino a nivel mundial. Tanta es su calidad, que la provincia ha sido premiada con la primera IGP de AOVE en España.

Tenemos la suerte de poder aprovechar los recursos de la zona, gracias a nuestras distintas fincas familiares. El clima mediterráneo, las características propias del suelo y el estratégico enclave de nuestros olivares tienen como consecuencia la elaboración de un aceite de oliva con propiedades únicas y un sabor exquisito. Un placer para el paladar.

En Verde Divino la exigencia que tenemos a la hora de mimar nuestros olivares y posteriormente el riguroso control en su elaboración, tienen como recompensa la obtención de un AOVE de calidad superior. Un perfecto equilibrio entre tradición y modernidad. Nuestra pasión por el olivar nos ayuda a tener un seguimiento total hasta la recogida del fruto, desde el crecimiento, las fases de desarrollo del fruto hasta su estado sanitario. Cada cosecha se recolecta en los meses de octubre y noviembre, en el momento óptimo de madurez gracias a una recolección temprana. Con la ayuda de los avances tecnológicos más innovadores y respetando el entorno natural para mantener la pureza del fruto en su singular aroma y sabor. Una cuidada extracción en frío por debajo de los 20º C y molturada en menos de 8 horas. El líquido es almacenado en depósitos de acero inoxidable para garantizar la ausencia de oxígeno y de luz para mantener sus cualidades antioxidantes y organolépticas. El resultado de esta elaboración es un aceite divino, una auténtica joya culinaria.