La chaîne alimentaire de notre monde industrialisé est bâtie sur une dépendance sans précédent aux énergies fossiles : si l'agriculture intensive a besoin de pétrole pour faire tourner ses machines et se fournir en engrais de synthèse, le secteur de la distribution en dépend également pour approvisionner las ciudades. ¿Qué sucederá cuando este recurso ahora escaso alcance un precio agobiante o cuando se agote? Por ejemplo, la población de Ile-de-France solo tiene apenas tres días de autonomía alimentaria. En cuanto al contenido de nuestros platos, a veces es mejor no saberlo, ya que la procesión de pesticidas, hormonas y otros transgénicos circulantes nos envenena poco a poco. Sin embargo, cada uno de nosotros puede encontrar el camino de regreso a la tierra, en su propio jardín, pero también en un balcón, una terraza, en un jardín compartido... Experiencias en Francia y en todo el mundo, como en Detroit o en Cuba, demostrar que, incluso en la ciudad, se puede cultivar y alimentar a gran parte de la población de forma saludable. Frédérique Basset ha investigado estas formas de producir tu propia comida con métodos respetuosos con el planeta, sin efectos secundarios para la salud: su libro es tanto un alegato como una guía para la acción. Cómo volver a aprender a cultivar y comer de forma sostenible, incluso en la ciudad.