El brandy de genciana es un gran clásico entre los digestivos. Esta pequeña planta amarilla del Macizo Central tiene raíces muy utilizadas como base para aperitivos amargos. Muy potente y fragante, se ofrece siempre al final de la cata por su extrema longitud en boca y sus aromas atípicos. Para elaborar este brandy se limpian y trituran raíces frescas de genciana, antes de macerar en alcohol neutro durante 3 semanas. Después de la destilación reducimos el contenido de alcohol con agua de manantial Steige; de gran pureza porque está filtrado naturalmente por el esquisto de los Vosgos; con filtración en frío para perfeccionar la elaboración. Consejos de uso: - Nariz: ligeramente amaderada y ahumada - Boca: aparecen notas forestales, húmedas y terrosas - Final: algunas notas ahumadas acompañan la duración de los aromas terrosos. Sostenibilidad: Una decena de años. Después de la apertura, 5 años máximo. Conservación: Seco y protegido de la luz.