Nuestra sal de yuzu se prepara en nuestro taller de fabricación con cítricos recién recogidos de nuestra plantación. Los yuzus se rallan a mano para asegurar que no se elimine la ralladura, la parte más amarga de la fruta. La ralladura y la sal se mezclan y luego se secan para que el yuzu pueda liberar sus sabores y la sal pueda absorberlo. Utilizamos sal fina de Gruissan y no cristales, para mantener el equilibrio de texturas con la fina ralladura de yuzus. Nuestra sal de yuzu combina muy bien con pescados y mariscos: en adobo o al final de la cocción sobre dorada a la plancha, ceviche de pescado, picoteo o vieiras crudas por ejemplo. También puedes utilizar nuestra sal de yuzu para dar sabor a un caldo o sopa, condimentar carnes blancas, condimentar alimentos fritos como tempura de verduras o tonkatsu. Conservar seco y protegido de la luz.