En 1885, Pierre y Marius Barnier crearon su fábrica de confitería en Rouen.
Pero fue Eugène Callet quien compró la empresa en 1900, lo que convirtió a Barnier en la marca de referencia de dulces artesanales de calidad en Francia.
De esta tradición centenaria, Bonbons Barnier ha heredado un saber hacer único en el trabajo del azúcar cocido.
Así, nuestros Maestros Pasteleros perpetúan a diario los valores de la Alta Confitería francesa: refinamiento de las materias primas naturales, recetas gourmet, elegancia del gesto artesanal.