El microverde de amaranto de sabor fresco a nuez contiene mucha proteína de alta calidad, todos los aminoácidos esenciales (especialmente lisina), es muy rico en fibra, minerales, ácidos grasos insaturados, lecitina y vitaminas. El amaranto ya era considerado por los aztecas e incas como un alimento básico sagrado y que prolongaba la vida. Debido a su color rojo brillante extraordinariamente hermoso, el amaranto se usa a menudo para la decoración. El amaranto es muy digerible y se puede disfrutar tanto como guarnición como en mueslis, ensaladas, etc. Dado que las semillas son muy pequeñas y finas y pueden deslizarse por los orificios de las bandejas de germinación o escurrirse al enjuagarlas con el agua, tiene sentido ponerlas en papel de cocina, vellón o en la tierra. El saco de brotes también es bueno para el amaranto.