Nuestra miel de abeto destaca por su distintivo sabor y aroma profundamente amaderado. Cada gota te transporta al corazón del bosque y su sabor es a la vez dulce e intenso, con notas ligeramente resinosas y delicados matices mentolados. Esta añada se cosecha en el corazón del Parque Natural de los Montes de Ardèche. La principal diferencia entre la miel de abeto y la miel clásica radica en su fuente de néctar. La mayoría de las mieles “clásicas” son producidas por abejas que recolectan el néctar de las flores. Por otro lado, la miel de abeto, también conocida como “melazo de abeto”, se produce a partir del melazo secretado por los pulgones. Los pulgones se alimentan de la savia de los árboles, especialmente de los abetos, y excretan una sustancia azucarada llamada melaza. Las abejas, atraídas por esta dulce sustancia, la recogen y la transforman en miel de abeto en la colmena. El período de recolección de la miel de abeto en Ardèche se sitúa generalmente entre los meses de julio y octubre.