Sardinas en aceite de oliva virgen extra, deshuesadas
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Una receta imprescindible que combina bien con todos los sabores. En su caja reposan de cuatro a seis sardinas florecidas con limón fresco en un aceite de oliva virgen extra afrutado e intenso. Un maridaje sencillo que permite saborear todas las notas yodadas del pescado azulado. ¡Y para degustarlos, pan fresco y una nuez de mantequilla o como plato principal combinado con patatas al vapor! Gire su caja cada seis meses para que las sardinas se confundan y ganen mientras se derriten.