Vinificación: La uva se vendimia manualmente, se despalilla completamente y se traslada al depósito para que llegue a la fermentación alcohólica. El Cinsault se encuba brevemente para preservar la frescura, el Syrah y Mourvèdre se mantienen más tiempo para extraer el aroma y las especias, y el Cabernet-Sauvignon se somete a un contacto prolongado con la piel para expresar longitud y elegancia. El vino, que fluye libremente y prensado, llega a la fermentación maloláctica en varias barricas. Maduración: Las variedades de uva se envejecen por separado en barrica durante 14 a 18 meses antes de ser mezcladas, clarificadas y embotelladas. Sabor: El color rojo rubí brillante e intenso, con un exótico aroma afrutado y especiado y a regaliz, lo convierte en un vino para recordar. Los taninos suaves y flexibles producen una duración duradera en la boca. El sabor suave se adapta al consumo diario y va muy bien con pierna de cordero y guisos.