La historia del comino es rica y antigua. Utilizado para múltiples y variados usos por los faraones hace más de 5000 años, los romanos, los siervos en la Edad Media o las indias en los harenes, el comino también está muy presente en la cultura culinaria europea (sobre todo es un elemento muy importante en la preparación del queso Gouda). Hoy en día es imprescindible en la cocina norteafricana dar sabor a los tajines marroquíes o a las salchichas merguez. En general, es muy utilizada en la cocina oriental, así como en las recetas de cocina reunionesa y criolla, esta especia muy potente debe usarse con moderación. El comino realza el sabor de las verduras cocidas (tomates, zanahorias), legumbres, carnes guisadas (cuscús, tajines, chile). Prefiere el comino entero si quieres una fragancia más intensa y específica, también es posible molerlo antes de usarlo. Para ello, tuesta las semillas rápidamente en la sartén (¡sin quemarlas!), esto potenciará su sabor y las mezclará más fácilmente, después de eso solo tendrás que pasarlas por la licuadora o el molinillo de café. Origen: India