El clavo proviene del árbol del clavo y es originario de Indonesia. Secados al sol, los botones florales del árbol del clavo se vuelven duros y más pequeños y, por lo tanto, aparecen en forma de clavo. ¡Cuidado con el poder de este capullo! Su sabor es muy fuerte, pronunciado y típico. Sólo hace falta un poco para perfumar un plato entero. Los clavos de olor, atrapados en una naranja, encantarán tu Navidad... El clavo se utiliza en todas las cocinas. Se encuentra especialmente en el pan de jengibre, el chucrut y los guisos, pero también se utiliza en caldos de verduras, carne de res y aves. También se puede utilizar para aromatizar conservas y adobos de carnes blancas o pescados. Producto procedente de agricultura ecológica. Certificado Ecocert FR-BIO-01