Esta mezcla es la delicada alianza de la cristalización salina de la flor de sal, cosechada en Guérande en Francia, con los sabores aromáticos y herbáceos de nuestro zaatar salvaje. En Oriente Medio, es común que el zaatar sea salado y, por tanto, utilizado como condimento diario. Al crear esta mezcla hemos querido resaltar el papel esencial de las dos especias en estas dos gastronomías. La flor de sal de Guérande, conocida por su textura crujiente e incomparable, se equilibra con las notas frescas de Zaatar Sauvage. Esta combinación crea un perfil de sabor rico y complejo, donde el crujido y el sabor salado de la flor de sal realzan los aromas amaderados y ligeramente alimonados del zaatar. Utilizada como final, ya sea en ensaladas de tomate, para condimentar la burrata, en carnes a la parrilla o con verduras salteadas, esta mezcla añade un toque soleado a todos tus platos, dándoles una firma incomparable.