Icilda trajo su toque de magia con ella desde Clarendon, Jamaica. Desde el momento en que llegó al Reino Unido en la década de 1950, se puso a trabajar en su nueva cocina preparándose para las fiestas familiares que se avecinaban.
Los aromas que creó trajeron a familiares y amigos, tanto viejos como nuevos, de cerca y de lejos a la puerta de su cocina.
No importa la hora, nunca rechazó a nadie. Cuanto más tarde en la noche, más picante es la comida, más dulces son las historias.
Siguiendo sus pasos, continuamos con nuestra herencia de comida, conversación y risa en común. Icilda's Kitchen permite que todos experimenten la esencia de la cocina de Icildas dentro de sus propios hogares.
Al devolver la comunidad a nuestras cocinas, hogares y vecindarios a través de la buena comida, nos aseguramos de que el espíritu de Icilda y su cocina nunca se pierda.
Leer más