Un vino nacido de las viñas históricas del castillo Procedente de viñas de 70 años de la finca, este vino se ha beneficiado de una crianza de 12 meses en ánforas de barro de Tava, un proceso que magnifica la pureza y autenticidad de la fruta. El envejecimiento en ánforas permite que el vino respire manteniendo su frescura, preservando así la integridad de los aromas y refinando la textura para una experiencia gustativa única. **Un color intenso y una nariz delicada** Su intenso color rojo rubí llama inmediatamente la atención. En nariz dominan los aromas frescos y brillantes de cereza y frambuesa, ofreciendo una hermosa complejidad aromática. **Una boca redonda y equilibrada** En el paladar, este vino seduce por su redondez y su generosa frutosidad. Los taninos finos y discretos aportan una estructura elegante, mientras que el final, largo y sedoso, expresa toda la pureza que aporta la crianza en ánforas. Un vino auténtico, elegante y perfectamente equilibrado.