Con su rica paleta de sabores, la nuez moscada proporciona un aroma especiado, picante y cálido a sus bebidas, pasteles, platos salados y refuerza el efecto de otras especias. La nuez moscada tiene un mal nombre porque no es una nuez sino la semilla del fruto del árbol de la nuez moscada. De este fruto se utiliza el corazón (o nuez moscada) y la fina cáscara que lo envuelve, llamada macis o flor de nuez moscada. La nuez moscada se recoge a mano para no tocar el suelo, debido al riesgo de contaminación por aflatoxina (un hongo tóxico). Luego se pela a mano para quitar la parte carnosa del fruto. Luego, la macis y la semilla se secan por separado. La nuez moscada se encuentra dentro del grano y reconocemos que el secado es óptimo por el ruido: al agitar el grano, podemos escuchar un claro chasquido que indica que la nuez está seca. Finalmente se abre la semilla y finalmente se suelta la tan deseada nuez. La recolección de nuez moscada es un proceso complejo y costoso, lo que la convierte en una de las especias más caras.