VINOS SOIF-ART COTES DU TARN IGP

IGP Costas del Tarn Rojo: De color púrpura con reflejos violáceos, la primera nariz revela aromas de grosellas y moras, mezclados con notas más especiadas de pimienta negra. El ataque es ácido y franco. En boca es redondo y afrutado con un final ácido. Una delicia regresiva que nos recuerda a las fresas silvestres y los dulces arlequín de nuestra infancia. El final es ligeramente especiado, característico de la variedad de uva Duras. Se conserva hasta 3 años. Un vino para calmar la sed servido con tablas de embutidos, tapas o ensaladas acompañado de carnes a la brasa. Un acompañante para las mesas de amigos en una tarde de verano.    Rosado: Color rosa pálido, límpido y brillante. Los aromas amílicos se mezclan con melocotón y flor de naranjo en un bouquet explosivo. Encontramos el lado crujiente y picante del pomelo, acompañado de un suave dulzor. Tiene una viva acidez que recuerda al pomelo. Conservar hasta 2 años para obtener una frescura óptima como aperitivo, sobre una tarta de tomates secos o, para los golosos, sobre una tartaleta de fresas.    Blanco seco: Color amarillo pálido con reflejos plateados, en nariz es afrutado y exuberante. Las notas de pomelo se mezclan con aromas de mango. El ataque es vivo y franco. Los frutos de pulpa amarilla explotan en el paladar. El final nos seduce por su ambivalencia, entre dulzura y frescura, dejando un toque ácido en la punta de la lengua. Conservar hasta 2 años para conservar el frescor inicial como aperitivo, con queso de cabra fresco, un dahl de lentejas coral con pequeñas verduras de temporada y para los más golosos... una tarta de queso con mango.