La pimienta Kampot es una especia excepcional disponible en cuatro colores: negro, blanco, rojo y verde. Destaca por sus aromas que recuerdan a la manzana y la pera, con un sorprendente frescor que en boca evoca al eucalipto y la menta. Originaria de Camboya, la pimienta de Kampot se cultiva en las provincias de Kampot y Kep, beneficiándose de la Indicación Geográfica Protegida desde 2010. Proviene de las bayas de la vid tropical Piper Nigrum, recolectadas en diferentes estados de madurez para producir los diferentes colores de pimienta. Cada color tiene características distintas: el pimiento verde es el menos picante, el negro es fuerte y sutil, el rojo es medio picante con notas de limón y el blanco ofrece un sabor similar al pimiento rojo, con delicados matices herbáceos y de sotobosque además de cítricos. La pimienta de Kampot contiene minerales como calcio, magnesio, potasio, zinc y hierro, además de polifenoles, vitaminas, antioxidantes y piperina, lo que le confiere diversos beneficios para la salud. Tiene propiedades diuréticas y desintoxicantes, favorece la digestión y reduce la cantidad de sal necesaria, lo que reduce los riesgos cardiovasculares. La piperina puede activar la endorfina, la hormona del bienestar, lo que le confiere a la pimienta de Kampot un poder antidepresivo. Su sabor mentolado garantiza un aliento fresco y reduce la acidez bucal. En la cocina, la elección del color del pimiento Kampot varía según el plato. El pimiento verde es ideal para salsas, rellenos, adobos y cocina tártara, mientras que el pimiento rojo es apto para ensaladas y carnes fuertes. La pimienta blanca combina bien con platos delicados como pescados y mariscos. La pimienta negra de Kampot es la más versátil y apta para casi todas las carnes, incluidas el pato, la caza, el cordero y los pescados grasos. También se utiliza en algunos postres. Para revelar completamente el sabor de la pimienta de Kampot, debe triturarse antes de su uso, molida o triturada. Lo mejor es cocinarlo para evitar un regusto amargo en los platos. A la hora de preparar postres, añadirlo en el último momento para apreciar su complejo aroma. La cantidad debe ser inferior a la dosificada, ya que demasiada pimienta Kampot puede restar calidad al plato, y es mejor agregarla según sea necesario para lograr el nivel deseado de potencia o picante.