Para nuestro suministro contamos con una decena de criadores de engorde locales, ubicados en un radio de 50 km alrededor de Pomarez. Estos últimos practican ambas profesiones: levantar objetos y alimentar a la fuerza, como en el pasado. Este modelo supone que el criador-comedero se ocupa plenamente de los animales, desde el patito hasta el pato gordo. Para nosotros, esta es la garantía de productos excepcionales. Verdaderos socios, garantizan, en su explotación a escala humana, una agricultura responsable y responden, mediante la calidad de su producción IGP, a las exigencias por las que nuestros productos son famosos. Los patos se crían al aire libre, en un campo de pasto, se alimentan de maíz (libre de OGM) y su crianza dura un mínimo de 81 días. Vida útil: 12 días, conservar en lugar fresco entre 0 y 4°C