LA OBSERVACIÓN:
Hace tres años, me di cuenta de que mi estrés estaba teniendo un impacto negativo en mi salud: tenía problemas de piel, estaba cansado y a menudo estaba de mal humor.
Con mi trabajo y estilo de vida estresantes, había adquirido el hábito de encontrar consuelo en los dulces de todo tipo, especialmente el chocolate.
EL CLIC:
Y entonces, un día, hizo clic. Me sentía cada vez peor, tanto en el trabajo como en mi vida diaria. Y me miré al espejo, mis kilos de estrés visiblemente dibujados en mi figura. No me sentía cómoda en mi piel, en mi cabeza, en mi cuerpo. Tuve que encontrar una solución para lograr un equilibrio de vida menos estresante.
LA INVESTIGACIÓN:
Después de haber trabajado en la industria de los suplementos dietéticos durante varios años, naturalmente consideré tomarlos para aliviar mi estrés. Excepto que me di cuenta de que, si bien ingería plantas y nutrientes beneficiosos para mi estrés, también consumía una cantidad inimaginable de aditivos innecesarios que no eran necesariamente buenos para mi salud: maltodextrina, estearato de magnesio, jarabe de glucosa, etc.
RESUMEN:
Volví a lo básico: si el chocolate alivia el estrés, debe haber una razón. ¡Y en efecto! Cuando lo miré más de cerca, descubrí que el chocolate negro al 70% tenía muchos beneficios para la salud, ¡incluidas propiedades relajantes! A diferencia del chocolate con leche y todas esas golosinas a base de chocolate que solo aportan azúcar.
EL ORIGEN DE LA IDEA:
Al observar los beneficios antiestrés que la naturaleza ha otorgado generosamente al chocolate, pensé: ¿Por qué no aprovecharlos y multiplicarlos añadiéndole plantas y nutrientes?
¿Esto convertiría al chocolate en el suplemento antiestrés más agradable del mercado?
Sin excipientes innecesarios: el chocolate no sería un envase. Gracias a sus propiedades antiestrés naturales, sería un coactivo, actuando en sinergia con los principios activos que contiene. Además, la asimilación y el cumplimiento también se optimizarían con este delicioso formato masticable. Y para ir aún más allá, sería el chocolate perfecto: 70% cacao, orgánico, sin azúcar, elaborado artesanalmente con granos de cacao de comercio justo en Burdeos.
DESARROLLO:
¡Todo empezó ahí! Primero hice mis primeras pruebas en mi cocina para encontrar la receta ideal: efectiva contra el estrés, buena para la salud y para el planeta y por supuesto: deliciosa. Y es gracias a un chocolatero de Burdeos que aceptó crear mi receta que mi proyecto finalmente pudo ver la luz, después de meses de investigación, desarrollo y pruebas. También creé estos cuadrados de chocolate antiestrés que lo cambian todo con mis socios, Mallory y Max, pero también con la ayuda de farmacéuticos y expertos en micronutrición. ¡Éstos son auténticos complementos alimenticios de chocolate!