Barra de pan de jengibre a la antigua. Enriquecido con azúcares perlados y compuesto por un 25 % de miel, este pan de jengibre hará las delicias de tu paladar. El pan de jengibre es un pastel de miel, decorado con diversas especias como canela, cilantro, jengibre o anís estrellado. Alain Rey en su "Diccionario histórico de la lengua francesa" informa de la primera aparición del "pain d'espessez" en 1372 y la del "pain d'épines" en 1530. Nuestro siguiente salto es a la Edad Media para continuar. Fue durante las cruzadas del siglo XV cuando se descubrió la receta en Occidente. Alemania fue la primera en acoger el pan de jengibre, cuya primera mención se hizo en la ciudad de Ulm en 1296 y luego se extendió a ciertos monasterios germánicos de la época. Otras menciones se mencionaron en las ciudades de Munich, Nuremberg, Basilea y Augsburgo, donde los creadores del pan de jengibre, también llamado pan de jengibre (“Lebzelters” en alemán), pagaban impuestos ya en 1370. Luego sería a partir de 1453 cuando los famosos panecillos empezaron a aparecer en las mesas navideñas de los monjes cistercienses en Alsacia. En aquella época, al pan de jengibre se le dio forma humana. Los primeros maestros pasteleros especializados en esta gastronomía ya se habían establecido en Reims en el siglo XIV. ¿Su receta? Sencillamente, un pan de jengibre elaborado con harina de centeno y un buen sabor a miel, todo ello aderezado con especias. A partir de ahí se formó en esta localidad una comunidad de renombrados fabricantes de pan de jengibre o incluso pasteleros de jengibre. Su monopolio fue reconocido oficialmente por Enrique IV en 1596.