La miel de acacia es conocida por su finura y delicado sabor. Éste es recolectado por las abejas en los Bajos Pirineos. Tiene un color amarillo bastante pálido y una textura muy líquida. En boca es dulce y se caracteriza por aromas florales. Su sabor evoca ligeros matices de vainilla. La miel de acacia cristaliza muy lentamente, por lo que permanece líquida durante mucho tiempo gracias a su alto nivel de fructosa. Cada miel de Village de François procede de prácticas de apicultura responsables, especialmente en lo que respecta a las zonas de alimentación y a los tratamientos. Cada miel es seleccionada por su sabor y carácter, y se analiza para garantizar su origen floral. Le Village de François es una asociación que acoge a personas vulnerables y a sus acompañantes, ofreciéndoles un techo, una actividad económica y mucha bondad. Este tarro de miel que compras permite a las personas frágiles trabajar, vivir dignamente y recuperarse. Envasamos en cajas de 20 botes del mismo tamaño (posibilidad de mezclar las mieles).