⏱ LA DAMA DE ONZE HORAS 2019 - SAINT EMILION GRAND CRU 💚🌿 BIODINÁMICA 🌼 Béatrice y Vincent han querido rendir homenaje en esta cuvée a la flor que crece en sus vides y que tiene la particularidad de abrirse a las once. El nicho de los propietarios es producir vinos dinámicos, llevados por una acidez controlada, poco ricos en alcohol. En resumen, pocas intervenciones, ninguna adición en la vinificación, ni en la crianza de los productos, y una crianza suave que hace que el vino sea un poco aparte en Saint-Emilion. Durante la cosecha, una selección estricta que permite conservar solo las mejores bayas. La crianza se realiza en tinas de 1200 litros que respetan los aromas del vino, y tinajas de terracota producidas cerca de Florencia. 🍷 En nariz encontramos notas de frutos rojos, notas de moka. De gran finura y equilibrio, con aromas de frutas negras frescas y taninos pulidos, este tinto atípico para su denominación refleja la personalidad de sus creadores. Esta crianza de tinajas y tinajas otorga la máxima pureza a la fruta. Se acompañará de platos bastante "tiernos" pero sabrosos, como la ternera asada con boletus. 🙌🏽 Formados durante algunos años por el padre de Béatrice, Vincent Rapin y su esposa compraron por primera vez un dominio en 2000 en Vérac: Le DomaineE Valmengaux. Luego, en 2007, con el deseo de seguir su pasión y dedicarse por completo a ella, crearon La Dame de onze heures en Saint-Emilion. Esta magnífica cuvée de Saint-Emilion Grand Cru, bautizada "La Dame de Onze Heures" proviene del nombre de una pequeña liliácea, de la familia de las liliáceas, cuya flor tiene la particularidad de abrirse a las once en punto. Esta pequeña parcela se mantiene como un jardín, cultivada de forma biodinámica, sin herbicidas ni productos químicos, ¡además esta señora no lo apreciaría! El uso de plantas de compañía, el retorno al equilibrio fauna-flora, la suspensión de fertilizantes y herbicidas, la restitución de orujos devuelven a estas vides una armonía olvidada. 🍃 La Dame de Onze heures ha sido impulsada biodinámicamente desde 2007, no por efecto de moda sino por verdadera convicción. Muy preocupada por la vida del suelo y de los microorganismos, los equilibrios naturales, el compañerismo de las plantas, esta propiedad ha sido campo de experimentación orgánica desde sus inicios. La familia Rapin utiliza mucho las plantas para mejorar el suelo, aflojarlo y hacerlo más fértil. Su filosofía es ser un máximo de trabajo en los viñedos, un mínimo en la bodega.