Preparación casera a base de frutas. Se aprecia como una mermelada y ofrece muchas otras oportunidades porque es más concentrado en fruta y menos dulce que una mermelada. Esta maravilla es una sinfonía de sabores donde la cereza crujiente (Eugenia Brasiliensis) de las Tierras Altas de Analamanga, sublimada por la pimienta silvestre de Alaotra Mangoro, le da a este pecado venial notas amaderadas, como el aroma de las esencias del bosque. Su color rojo oscuro es una provocación para paladares gourmet. Y el pimiento silvestre, de amor, exclamó: “Hermosa cereza, permíteme decirte: A los palacios lánguidos mi calor es nuestro, Así que tu apuesta, tu carne exquisita, Deleita a unos y seduce a otros. … Déjalo caer en la lengua. Cierra tus ojos. Acompañarás esta mermelada con un buen queso de cabra, con el que se despegará para un vals de sabor de lo más juguetón.