« Estamos esperando impacientes a que alguien nos enseñe a defecar conscientemente. » La moda del “desarrollo personal” continúa sin cesar. Constantemente se nos insta a liberarnos de nuestras creencias limitantes y adquirir un “excedente de ser” para convertirnos en mejores individuos. Por supuesto, uno podría pensar que se trata sólo de buenas intenciones: ¿quién rechazaría una versión mejorada de sí mismo? Pero detrás de los discursos empalagosos e inofensivos, estamos presenciando el surgimiento de una ideología política. Porque la forma de bienestar que promete el desarrollo personal constituye con demasiada frecuencia una explotación de uno mismo por uno mismo... En este maravilloso mundo, todo gira en torno a este axioma: cuando quieres, puedes. Y si no podemos es porque no lo queremos lo suficiente. El colectivo desaparece de la pantalla para dejar sólo a los individuos responsables de todo al 100%: su destino, su trabajo e incluso su salud. Es este vasto engaño lo que Thierry Jobard ataca aquí, con pruebas que lo respaldan...