Energía nuclear, ¡paramos todo y pensamos!

Si el uso de la energía nuclear está desapareciendo en casi todo el mundo, Francia es una excepción. Persiste en utilizarlo y desarrollarlo en nombre de la llamada independencia, cultivando el mito del crecimiento infinito incompatible con la emergencia ecológica. El director general de Agir pour l'environnement, Stéphen Kerckhove, denuncia la "jancovicización de las mentes" y ofrece una respuesta razonada a las pruebas falsas difundidas por los defensores de la energía nuclear. Porque no, la energía nuclear no contribuye a la autonomía del país. No, no ayuda a combatir el calentamiento global. No, no es barato ni seguro. Porque sí, la sobriedad y las energías renovables son una de las soluciones efectivas para acabar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Este libro es un llamado a favor de otro modelo energético que nos involucre a todos, individual y colectivamente.