Cosechamos nuestra flor de sal y nuestra sal gruesa de forma tradicional (manualmente) y luego la secamos al sol. También clasificamos y envasamos a mano nuestra sal para poder venderla; de forma sencilla, sin ninguna transformación ni adición química. Nada más que cloruro de sodio, minerales y oligoelementos que proceden de la arcilla y del agua de mar y que le dan su sabor tan particular. La sal gruesa (o sal gris) se utiliza con mayor frecuencia para cocinar, para condimentar una preparación o para hornearla. Sin cocinar, también se utiliza para curados, adobos o lactofermentación. La sal gris con especias orgánicas para asar, utilizada en adobo seco o en aceite, realzará las carnes rojas o blancas. También podrá pronunciar la cocción de verduras o alimentos con almidón.