“Enfoque de diseño ético destinado a diseñar ecosistemas humanos sostenibles inspirados en la naturaleza”, la permacultura merece ser conocida desde temprana edad. Porque, más allá de esta definición -¡que parece algo complicada para un niño de 8 años! –, se aplica a todos los ámbitos de la vida cotidiana, como demuestran brillantemente Guizou y Claire Le Gal. Tras unas páginas de explicaciones muy sencillas para entender qué es la permacultura y sus principios fundamentales, el libro se estructura en torno a acciones esenciales: cuidar el jardín, comer, beber, vestirse, moverse, pero también jugar, cooperar, comunicarse o cuidarse. Todos estos temas dan lugar primero a la observación de cómo nos enseña la naturaleza. Luego, los autores dan ejemplos para que estas observaciones puedan transformarse fácilmente en logros concretos: cultivar brotes de lentejas, recolectar agua para regar tus plantas, organizar una fiesta de trueque, crear un círculo de conversación con tus amigos, etc. Si bien la práctica de la permacultura se ha disparado en los últimos años, este pequeño y divertido manual ofrece a los niños una primera iniciación.