Pequeños vikingos
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Un pomo muy sugerente que toma prestado de los espíritus su universo sensible: atmósfera "Lounge club", tonos cobrizos, calor de fuego. Como si el alambique estuviera enrollado en el vaso, avivado por las llamas. Con cuerpo, sin azúcar superflua, sueña con turrón, tarta de nueces, bizcocho de chocolate. No es necesario añadir cubitos de hielo, se servirá muy frío, como aperitivo o para abrir un bonito momento de meditación. Saboreo: 8 a 10°C Aperitivo