Son las zanahorias al final del palo, esas que tenemos derecho a degustar solo cuando nos hemos terminado nuestro plato de espinacas o en días festivos. A medida que avanza la edad, se convierten en placeres solitarios o colectivos. En cualquier caso, los pasteles siempre han calentado el corazón y por eso decidimos congelarlos de por vida en este libro ilustrado revisitado. Veintiocho dibujos de lo mejor de la ilustración contemporánea internacional, acompañados de recetas rediseñadas y anécdotas para sonrojar a Mercotte. Un libro rebosante de azúcar y todas esas cosas prohibidas que hacen la vida mucho mejor. -------------------------------------------------- --- Tamaño de bolsillo: 12,4 x 16 cm Impresión offset / tinta fluorescente sobre papeles Fedrigoni Textos: Maxime Gueugneau y Elora Quittet