El año pasado, ya fue un poco abusado. Pero si es por una vez, perdonamos. Es la reincidencia lo que preocupa. Por segundo año consecutivo, nosotros, la revista Kiblind, tenemos el descaro de autocompilarnos, de autoofertarnos, de ahogarnos en satisfacción. Porque lo que tienes en tus manos es la puesta en marcha de los cuatro números de Kiblind publicados en 2018 y no esconderemos que uno de los motores de su producción fue el orgullo. Pero ten cuidado, no creas que está fuera de lugar. El principio de la revista, desde sus inicios, ha sido siempre el encuentro. Esta es una discusión entre nosotros y las personas a las que admiramos. Los números que hemos producido este año no son, pues, solo nuestros, sino también de todos aquellos que han tenido la amabilidad de intervenir en sus páginas. Por supuesto, estamos pensando en los treinta y siete artistas y sus treinta y siete creaciones originales que han seguido el torcido camino de los cuatro temas impuestos este año: Chef, Chance, Extraterrestrial y Souvenir. También consultamos a periodistas o simples aficionados que nos han aportado sus finos puntos de vista sobre nuestras obsesiones. Y luego, en grande, obviamente a los cuatro autores que han aparecido en nuestra portada y con quienes estamos muy en deuda. El orgullo que nos hincha el pecho a la salida de este Super Kiblind es por tanto menos onanista de lo que se podría pensar. Es sobre todo el de convivir con artistas, periodistas, conocedores que nunca han dejado de inspirarnos y haber podido, es cierto, publicar algunos de ellos.