Ven conmigo, te invito a una cosecha durante todo el año por los caminitos, las verdes arboledas, el bosque, la playa. Déjate llevar de la mano y descubrirás plantas silvestres, comestibles y medicinales a tu alrededor. Puede que no lo sepas, pero todas estas plantas te conocen, y muchas de ellas tienen buenas intenciones contigo. Aprendí a leer sus hojas y su corola gracias a unas buenas hadas que me las señalaban con sencillez pero con cuidado, y que además me compartían sus secretos, sus recetas y sus remedios para las buenas mujeres (o la buena fama, como por favor). También he encontrado algunos en viejos grimorios y hoy me toca a mí confiarte los beneficios y poderes de las plantas silvestres tal y como se transmitían de generación en generación, para que la recolección siga siendo para siempre el signo de la hermosa complicidad de las plantas con los humanos y que nuestro apego a la naturaleza continúa así.