“Esta mayor sensibilidad es un regalo maravilloso que nos lleva por un camino de mayor intensidad. » Diagnosticado como superdotado a los 5 años, Alban es un sensible de alto potencial que, muy pronto, se siente diferente a los niños de su edad. Siente un auténtico malestar en cada etapa de su vida: fobia escolar, bullying, depresión, hiperemotividad, dificultades de integración en el mundo laboral, manipulación... Hasta el día en que descubre qué alta sensibilidad y por fin pone palabras en su sentimientos. Al dar testimonio de su viaje, Alban muestra la realidad de la superdotación y cómo, si no es bien recibida y apoyada, puede hacer infelices a los de alto potencial en todas las áreas de sus vidas. Hoy plenamente realizado, destila sus consejos para ayudar a todos a encontrar su camino y lograr la realización cuando tienen un coeficiente intelectual más allá de la norma. Sí, la felicidad es accesible y la alta sensibilidad no es una sensibilidad patológica, ¡son emociones más refinadas e intensas que en la mayoría de las personas!