Desde 1987
La historia del café Di Giampaolo comienza en 1987, cuando Maurizio Di Giampaolo, fundador de la empresa DGM Caffè, comenzó a trabajar para hacer realidad su mayor ambición: transformar un sorbo de café en un feliz asombro.
La idea, acariciada constantemente por el amor por la calidad y la autenticidad de los aromas, contagió a los colaboradores más cercanos, hasta el punto de hacer del trabajo una verdadera pasión compartida.
Pasaron los años, la organización creció y el entusiasmo hizo el resto.
El vínculo entre el cliente y la empresa adquirió para nosotros un valor especial, lo que nos permitió reunir la diversidad de los intereses de todos.
ideas y gustos, para construir y alimentar juntos un proyecto que hoy se ha convertido en Di Giampaolo Caffè.
El deseo natural de compararnos y superarnos es el detalle que ha hecho de Di Giampaolo Caffè una empresa diferente. Un viaje realizado juntos es un viaje que enriquece la vida con valores puros; poder contar, a través de nuestro camino, que la búsqueda de la excelencia es el objetivo más satisfactorio, porque es aquí donde podemos disfrutar de la emoción de saborear el resultado de tanta pasión junto a todos ustedes: nuestro café.
Filosofía
Es una pasión familiar, una de nuestras características, una tradición compartida y apoyada por clientes fieles y sinceros que, como nosotros, quieren disfrutar de lo que ofrece la naturaleza.
Di Giampaolo es una empresa en constante evolución, debido a su espíritu de investigación y a la necesidad de deleitar a sus clientes con una sensación de satisfacción total.
Una taza en el círculo de un horizonte.
Su trama es la huella de un mapa topográfico que mide alturas, llanuras, distancias, una representación bidimensional de un sentimiento de acción, para construir el yo evolucionado sobre el instinto primitivo.
Un mapa en el que anotar el recorrido de cada viaje de investigación, de viajes para saborear y destinos para disfrutar.
El mapa dibujado es una proyección a escala, una visión de conjunto, un mapa de objetivos y destinos dedicados a los sentidos.
Yun estímulo para reproducir en la realidad el plan imaginado del propio destino.
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