O'CCAFFÈ
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- Fundada en 1980
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A principios de la década de 1980, nuestro gran amor por el café nos dio a los hermanos Vivenzio una idea. ¿Por qué no tostar y mezclar el café perfecto nosotros mismos? Ese fue el comienzo de nuestra casa tostadora de café, ubicada al sur de Roma. En busca de la mezcla perfecta de café, viajamos por todo el mundo, encontramos inspiración y refinamos nuestras recetas.
El buen café comienza con el cultivo. Para obtener los mejores granos, compramos los tipos y calidades correctos para nuestros diversos segmentos directamente de los mercados de café: en Nueva York para los tipos Arábica y en Londres para los tipos Robusta. Compramos las materias primas para nuestros productos premium de comerciantes específicos que conocemos desde hace muchos años y que son conocidos por su acceso a productos de una calidad particularmente alta y variedades puras.
El aroma es una criatura voluble. Solo se despliega completamente cuando se trata con delicadeza. Nuestras décadas de experiencia lo demuestran: hace una gran diferencia si los granos de café se tuestan a 500 C durante tres minutos o suavemente a 220 C durante 17-20 minutos. La diferencia puede no parecer tan grande al principio, pero el sabor habla por sí solo: debido al lento tostado del tambor sin aditivos como agua y saborizantes, creamos un café con menos sustancias amargas que se tuesta hasta el centro. Luego, el café se vuelve a limpiar y se deja reposar en silos de aroma de uno a tres días. Esto es lo único que hemos aprendido a lo largo de los años: solo la paciencia ayuda a desarrollar toda la fuerza del café.
El buen café comienza con el cultivo. Para obtener los mejores granos, compramos los tipos y calidades correctos para nuestros diversos segmentos directamente de los mercados de café: en Nueva York para los tipos Arábica y en Londres para los tipos Robusta. Compramos las materias primas para nuestros productos premium de comerciantes específicos que conocemos desde hace muchos años y que son conocidos por su acceso a productos de una calidad particularmente alta y variedades puras.
El aroma es una criatura voluble. Solo se despliega completamente cuando se trata con delicadeza. Nuestras décadas de experiencia lo demuestran: hace una gran diferencia si los granos de café se tuestan a 500 C durante tres minutos o suavemente a 220 C durante 17-20 minutos. La diferencia puede no parecer tan grande al principio, pero el sabor habla por sí solo: debido al lento tostado del tambor sin aditivos como agua y saborizantes, creamos un café con menos sustancias amargas que se tuesta hasta el centro. Luego, el café se vuelve a limpiar y se deja reposar en silos de aroma de uno a tres días. Esto es lo único que hemos aprendido a lo largo de los años: solo la paciencia ayuda a desarrollar toda la fuerza del café.
