Fue en Picardía, región famosa por sus paisajes bucólicos, donde vivimos un encuentro excepcional que estimularía nuestra creatividad. Nuestra escapada tenía como objetivo conocer a los productores de frambuesa y fue en un remanso de naturaleza donde conocimos a André, un apasionado de la agricultura, con las manos curtidas por el trabajo duro. André nos explicó cómo las condiciones climáticas de Picardía y su rico suelo daban a sus frutos un sabor excepcional. A cada frambuesa se le prestó una atención minuciosa para garantizar su calidad. Su sabor era excepcional, una sutil mezcla de dulzura y ligera acidez. Fue probándolas que la idea empezó a tomar forma, creando una galleta recubierta de frambuesas donde cada bocado sería un viaje gustativo y rendiría homenaje a André y a nuestros agricultores regionales. ¡Embárcate en Picardía!