La alcaravea tiene un sabor característico, intenso, dulce-afrutado y ligeramente amargo. Recuerda un poco al anís y al hinojo, con los que se relaciona como plantas umbelíferas y se puede combinar fácilmente, por ejemplo, en mezclas de té o como especia para el pan. La alcaravea es una especia clásica para alimentos difíciles de digerir, como: b. Repollo y ricos platos de carne. Su efecto se consigue mejor en combinación con hinojo y anís, p. b. como té para bebés o como parte de tés para la lactancia, ya que la alcaravea estimula la producción de leche materna. Existen grandes diferencias en la calidad de las semillas de alcaravea; Un color marrón claro y la distintiva forma semicircular de las semillas indican buena calidad. Es aconsejable guardar la semilla de alcaravea entera en un lugar fresco y protegido de la luz, ya que las sustancias aromáticas se evaporan con relativa rapidez.